Cristóbal. Biografía

Cristóbal Aguilar Barea nace en Sevilla en 1939, año en que termina la Guerra Civil. Es hijo de una familia obrera proveniente de Morón de la Frontera. Jerónima es la segunda hermana de la familia. Su padre, Juan, era de oficio carpintero y su madre, de nombre Josefa, fue alfarera. A los once años ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla para en 1954 pasar a la Escuela Superior de Bellas Artes “Santa Isabel de Hungría”, de la Universidad de Sevilla. Entre algunos de sus maestros más destacados y queridos se encuentran Miguel Pérez Aguilera y Jesús Fernández Barrio, con quien aprende las técnicas del grabado, calcografía y estampación.

En el año 1957 ganó la Segunda Medalla Nacional de Dibujo del Certamen Juvenil. Al siguiente año, 1958, ganó el pensionado de paisaje para la Residencia de El Paular en Segovia, experiencia que resulta de enorme importancia para el joven pintor. Allí coincide y conoce a Nicomedes, Moro, Alcorlo, Barnechea y otros muchos compañeros de la pintura, la escultura, el grabado...

En Segovia (1958). De pie: Cristóbal y Agustín. Sentados: Alcorlo, John y Barnechea

En París (Francia) estudia la litografía, el linograbado y la xilografía con el pintor y grabador José Ortega.

Ya en España, Cristóbal se fue a vivir a Ronda a mediados de los años sesenta. Se casó con María Aguilar y tiene dos hijos, Luis y María. Allí ejerció de profesor de dibujo, primero en el Patronato Militar y después se incorporó al Instituto de Bachillerato Pérez de Guzmán. En esta ciudad creó los estudios nocturnos en el Instituto para aquellas personas que trabajaban y no podían instruirse en los horarios académicos habituales. Ya en 1977 marchó a Sevilla para impartir clases en los Institutos de Bachillerato Gustavo Adolfo Bécquer y Antonio Machado. Después de su jubilación de la Enseñanza en el año 2000, vuelve a Ronda, donde continúa con sus labores artísticas y sus compromisos sociales. En esta ciudad permanece hasta marzo de 2019, fecha en que una enfermedad le traslada a Sevilla, en donde fallece el 26 de mayo de 2019. Hasta 15 días antes de su fallecimiento estuvo entregado a su labor artística y creativa con pasión y honestidad, como lo había hecho siempre.

Cristóbal Aguilar. Dalia. Acuarela. 1966
Dalia. 1966

 

En este sentido, desde principio de los años sesenta, además de su dedicación a la enseñanza, la pintura y el grabado, Cristóbal adquiere un fuerte compromiso social y político, responsabilidad que le lleva a trabajar muy activamente en la clandestinidad, y desde el PCE y CCOO, por la democracia y la libertad inexistente en aquellos años de dictadura. Su apasionamiento por una Cultura Popular, lo lleva a convertirse en un misionero de la divulgación artística para el marginado pueblo andaluz. Por todo ello y hasta hoy día, él mismo se define como un “romántico de la resistencia”.

Cristóbal y Estampa Popular

ESTAMPA POPULAR fue un movimiento de artistas, grabadores e ilustradores que surgió en España y más concretamente en Madrid, a finales de los años cincuenta. Fue un movimiento artístico de lucha por la libertad, la democracia y contra el franquismo.

Cartel Estampa Popular. París. 1961
Cartel Estampa Popular. París. 1961

En la Declaración de Principios de ESTAMPA POPULAR está la lucha constante para ayudar al pueblo español a defender y enriquecer su cultura y su libertad con la producción artística. Asimismo, considera que un arte al servicio del pueblo debe reflejar la realidad social y política de su tiempo. De la misma manera, apoyaba la libertad de expresión en todas sus manifestaciones, prestando su cooperación profesional a todos los movimientos, agrupaciones, o instituciones progresistas y muy especialmente a las organizaciones obreras.

Entre sus miembros más destacados cabe citar en primer lugar a José Ortega. Después se fueron uniendo otros artistas como Agustín Ibarrola, Ricardo Zamorano, José Duarte y los sevillanos Francisco Cortijo y Francisco Cuadrado, que fundaron junto a Cristóbal el Grupo Sevilla de Estampa Popular.

El grupo Sevilla de ESTAMPA POPULAR se formó en 1960, tras tomar contacto estos tres artistas con José Ortega en su estudio de la calle de Batignoles, en París.

Grupo Sevilla. Estampa Popular
Grupo Sevilla. Estampa Popular

Según se recoge en el libro publicado por el CSIC de Noemí de Haro García, titulado Grabadores contra el Franquismo (2010), fruto de la importante labor de investigación para su Tesis Doctoral,

Fue el propio pintor comunista en el exilio (José Ortega) quien les animó a crear el grupo Sevilla de grabadores y quien les puso en contacto con el grupo de Madrid. Según Cortijo, sólo Cristóbal y él habrían estado presentes en esta reunión con Ortega. Una vez más, era fundamental defender la libertad creativa de los artistas. No se trataba sólo de un ideal artístico, sino de una necesidad estratégica. Cada creador podía trabajar según considerase oportuno, de ahí la reseñada variedad estética y temática de las obras. Las similitudes entre ellas no obedecían a unas normas impuestas por el grupo, sino a una correspondencia de ideas entre sus componentes. Esto permitía que se pudieran verificar organizaciones como la del Grupo Sevilla.

Cuando volvieron de París y de sus conversaciones con Ortega, Cristóbal, Cortijo y Cuadrado iniciaron su proyecto de trabajo conjunto bajo el nombre de Grupo Sevilla.

ENLACE DE INTERÉS: Encuentro de grabadores de ESTAMPA POPULAR en el Museo Reina Sofía, moderado por Noemi de Haro. Año 2016

En aquellos años se compartían relaciones con poetas, escritores y otros artistas de diferentes ámbitos creativos, pero todos ellos unidos por un marcado compromiso social. Se mantuvieron colaboraciones con Alfonso Grosso, José María Moreno Galván, Julián Marcos, Juan Antonio Bardem, Julio Diamante, Armando López Salinas, Alfonso Sastre, Antonio Jiménez Pericás, Julia Uceda, Marino Vigueras, Antonio Ferres, Joaquín Albalate, José Agustín Goytisolo, José Hierro, Blas de Otero, Ángel González, Gabriel Celaya, Carlos Álvarez, Ángel Crespo, entre otros muchos.

 

Xilografía de Cristóbal Aguilar
Conversación. Xilografía. 1960

 

Según propias declaraciones de Cristóbal, el Grupo Sevilla de grabadores se organizó por simpatía estética con una exposición de Estampa Popular de Madrid, celebrada en Sevilla en la Sala Ateneo, en noviembre de 1960, organizada entre otros por el escritor Alfonso Grosso y el poeta Joaquín Albalate. Por necesidad de continuidad, se dio paso en 1962 a la segunda etapa de Estampa Popular, integrada por Manuel Baraldés, Claudio, Enrique Acosta, Nicomedes, Luis Vargas y el propio Cristóbal.

ESTAMPA POPULAR de Sevilla pretendía aglutinar además a escritores y poetas. En este sentido se organizaron unas ocho o diez reuniones en la Bodega Salazar, calle García de Vinuesa de Sevilla, a la primera de las cuales asistieron una treintena de personas entre las que estaban Pepe Gil, Pepe Soto, Carmen Laffón, Alfonso Grosso, Manolo Barrios, Federico López Pereira, Manolo Carrasco, Marino Vigueras, Teresa Duclós, Antonio Rojas o Jaime Burguillos, entre otros.

Quizás el estudio más completo de la obra gráfica de Cristóbal y de su trayectoria artística y personal, es el que llevó a cabo Francisco José Palomo Díaz, Profesor de Historia del Arte de la Universidad de Málaga. Este minucioso y bien documentado trabajo se forjó en base a múltiples reuniones, entrevistas de trabajo y aportaciones de obras para su catalogación y estudio que llevaron a cabo ambos personajes a lo largo de varios años (ver publicación aquí).

Obreros de la fábrica.1960
Obreros de la fábrica.1960

Ronda y Cristóbal

Como bien decía su gran amigo Juan Ortiz Ordóñez, para Cristóbal pintar es respirar. Por eso llegó a la bella ciudad de Ronda, en la provincia de Málaga, a mediados de los años sesenta de la mano amiga del fotógrafo Arturo Reinoso, buscando el aliento vital, la libertad; lo que ahora expresa, de manera metafórica, en los enormes cielos que necesitan las tierras de sus cuadros.

Cristóbal, el primer día de su llegada a Ronda, en una foto que le envía a sus padres y hermana. 1964

Muchos rondeños de a pie, de los que madrugan, han ido conociendo, día a día, la vida de estos cuadros cuando Cristóbal, “hermano de la luz del alba”, se aposta muy de mañana en algún rincón de la Ciudad para cazar las primeras luces, colocando su caballete en el mejor encuadre. Ellos son testigos de cómo este pintor, con aire de monje franciscano, amanece a la hora de las monjas y con disciplina monacal intenta, pincelada a pincelada, despaciosa y minuciosamente, aprehender el alma de las cosas, la esencia y la densidad espiritual que esta hermosa ciudad muestra. En sus cuadros se puede observar cómo la luz penetra por las callejas pretéritas y llegan hasta la urdimbre del lienzo en un continuo juego de transparencias y sombras proyectadas.

Cristóbal pintando una acuarela en La Alameda del Tajo. Foto: Juan Antonio Díaz

Su “hermano” Juan Ortiz lo describió en alguna ocasión como un clásico contemporáneo. Su obra ha alcanzado tal grado de madurez estilística que, aun sin firmarla, es perfectamente reconocible entre todo el mapa pictórico español.

En los cuadros de Ronda, así como en los de Segovia, los de Sevilla y otros encantadores lugares de nuestra geografía, Cristóbal ha pasado a la figuración intimista y poética de su pintura, sin abandonar por ello el compromiso histórico con su tiempo. Porque tanto los paisajes a cielo abierto, como los de homenaje a la luz y la arquitectura de Ronda, aparentemente desocupados y solitarios, respiran una dimensión humana, y detrás de cada árbol, de cada casa, iglesia o palacio, en sus balcones, cierros o muros, hasta el empedrado de sus calles, late el pulso de las gentes que lo hicieron posible: el campesino, el carpintero, el alarife, el cantero, el herrero…a los que devuelve su tributo en forma de homenaje.

Un paseo por sus cuadros de Ronda supone el reencuentro con la “Ronda de soledad”, la “Ronda del aire” del poeta Pedro Pérez Clotet, con la “Ciudad soñada” de Rilke, con la ciudad profunda de Juan Ramón Jiménez, con la Ronda, en suma, eterna.

La Alameda. Ronda
La Alameda. Ronda

El Catedrático de la Universidad de Granada Juan Paredes Núñez ha escrito en varias ocasiones sobre Cristóbal.

"Tiene mundo cada vez que levanta la vista", escribió hace años. Según sus palabras “en pocos pintores habrá una conexión más estrecha entre arte y vida como en Cristóbal. Por eso su mirada, ojo por el que siempre se ve la pintura, penetra la realidad y la trasciende. El resultado de esta simbiosis es una obra cuyos límites entre la realidad y lo sentido se difuminan y se confunden. Poco importa entonces la técnica en sí misma, tan a la moda del tiempo, porque la mano la guía el sentimiento.”

Para el catálogo de la última exposición de pinturas que Cristóbal llevó a cabo en el año 2002, en el Museo Joaquín Peinado de Ronda, Juan Paredes escribió lo siguiente:

“Pinta el color y dibuja la pintura. Pintura total; sentimiento, poesía y arte. Liturgia del color. Cristóbal se inscribe en la tradición de la iconografía paisajística con una personalidad propia donde predomina la sensibilidad y la depuración de una elaboración pensada y vivificada con el pensamiento y una constante y consciente forma de vida. La tradición está como coagulada en cada cuadro. Y cada cuadro es un mundo de pensamientos, vivencias y emociones, donde el arte se remoza a si mismo, para surgir, en el juego de tradición y modernidad, más verdad, más sentido, más sincero. Cristóbal consigue el difícil equilibrio del sentir y el pensar y su expresión plástica casi sublimada de tanto querer expresar el sentido de un mundo que trasciende en su obra, por verdadera.”

 

Óleo Cristóbal Aguilar
La Cimá. Cerro de las salinas

 

El historiador de arte Valeriano Bozal nos describe y encaja de manera ejemplar la pintura de Cristóbal. A continuación reproducimos algunos textos escritos:

“Los caminos que se abrieron al realismo tras la crisis de los años setenta parecían de difícil cumplimiento. El abandono de aquellos proyectos -en la pintura, no, naturalmente, en los pintores- implicaba, al menos a primera vista, un volver a las cosas mismas, al objeto inmediato, que apartaba de las imágenes aquello que les había sido más querido: el tiempo, la historia. Dejar hablar a las cosas podía entenderse como la proclamación de una pintura ingenua o inocente: la que resultaba del enfrentamiento de una mirada pura y de un objeto físico, un paisaje, unos árboles, unas figuras cotidianas…Así, una pintura natural.

Quizás nada pueda parecer más adecuado para una pintura que atiende a la naturaleza que esa adjetivación, y por eso fueron grandes –y legítimas- las tentaciones que condujeron a desbordar el estilo y, de esa manera, abandonarlo. Pero algunos, Cristóbal es un caso relevante, resistieron a semejantes tentaciones y buscaron en su reconstrucción el camino de su historia. También lo desbordan, pero de una manera bien diferente, desde dentro, llegando finalmente a ese preguntar definitivo de la pintura ¿qué es representar cosas?...

…Quienes miren los cuadros de Cristóbal descubrirán rasgos que aprendieron en la academia y también otros que están en la pintura del pasado, composiciones que podemos encontrar en el romanticismo alemán, recursos que son propios de la pintura realista andaluza, miradas que se pierden en lontananza pero que siempre tienen la necesidad de atenerse a lo material, luces que configuran espacios, al iluminar objetos, sombras que resultan de la nube que ocasionalmente oculta al sol y que se incorporan aquí a la organización visual, no tanto de un paisaje, como de una experiencia.”

 

Chopos camino de Montejaque

En junio de 2006, Cristóbal fue nombrado Hijo Adoptivo de Ronda por el Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad, a propuesta de un amplio abanico de personalidades, amigos y antiguos alumnos.

 

Acto del nombramiento como Hijo Adoptivo. Foto: Juan Antonio Díaz

 

Uno de sus buenos amigos, Juan Manuel Vázquez Sentí, poeta y profesor de literatura en el Instituto de Bachillerato Pérez de Guzmán de Ronda, donde ambos coincidieron como docentes allá por los años setenta, le dedicó a Cristóbal un hermoso y sentido poema. Un soneto que resume de manera sencilla, a la vez que preciosista, el arte y sentimiento del pintor:

 

 

Paseo de La Estación. Ronda
Paseo de La Estación. Ronda

La obra de Cristóbal está presente en los siguientes museos:

  • Museo Reina Sofía de Madrid.
  • Museo de Arte Moderno de Barcelona.
  • Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. CAAC.
  • Instituto Valenciano de Arte Moderno. IVAM.
  • Biblioteca Nacional y Calcografía Nacional de Madrid.
  • Museo Joaquín Peinado de Ronda.
  • Museo de Alcalá de Guadaíra.

 

Cristóbal en la bibliografía:

  • La última vanguardia. José María Moreno Galván. 1969
  • Historia del arte en España. Valeriano Bozal. 1972
  • Diccionario de pintores españoles contemporáneos. 1972
  • Gran Enciclopedia de Andalucía. Promociones Culturales Andaluzas. 1979
  • Historia de Andalucía. Editorial Planeta. 1981
  • Estampa Popular. IVAM. 1996
  • Arte y Solidaridad. Los pintores españoles y el cartelismo sociopolítico. CC.OO. 2003
  • La estampa de Málaga en el siglo XX. Fco José Palomo Díaz. Diputación de Málaga. 2005
  • Grabados contra el franquismo. Noemí de Haro García. CSIC. 2010

Obituarios sobre Cristóbal:

https://www.diariodesevilla.es/sevilla/Muere-Cristobal-Aguilar-Estampa-Popular_0_1358564742.html

https://andalucia.ccoo.es/noticia:388339--Fallece_el_artista_Cristobal_Aguilar_pintor_y_grabador_antifranquista

https://elpais.com/cultura/2019/06/13/actualidad/1560458209_155760.html

https://salamancartvaldia.es/not/210773/cristobal-aguilar-en-memoria/

https://www.eldiario.es/opinionsocios/Cristobal-Aguilar-artista-pueblo-Serrania_6_912068797.html

https://www.diariosur.es/interior/ronda/fallece-pintor-cristobal-20190528115143-nt.html